¿Puede hacerlo, pero no está dispuesto? Entonces es malévolo.
¿Es capaz y además está dispuesto? Entonces, ¿de dónde proviene la maldad?
¿No es él capaz ni tampoco está dispuesto? Entonces, ¿por qué llamarlo Dios?”.
Epicuro
En el siglo XXI hay gente como yo que está de acuerdo con Epicuro en eso, y en su concepto de felicidad (http://es.wikipedia.org/wiki/Epicuro), luego no hay tanta distancia moral entre él y yo y nos separan siglos.
Más tarde, y de manera arbitraria, me encuentro con esta frase de José Saramago que me hace sonreír...
"« No creo en Dios y no me hace ninguna falta. Por lo menos estoy a salvo de ser intolerante. Los ateos somos las personas más tolerantes del mundo. Un creyente fácilmente pasa a la intolerancia. En ningún momento de la Historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen los unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar. No creo en Dios*, no lo necesito y además soy buena persona. ».
...porque nunca he estado más de acuerdo con alguien en casi todo.
Valiente Saramago que arriesgaría,o no, con estas palabras
la posible salvación
de su "culo", con perdón,
del posible juicio de un Superior el 18 de junio de este mismo año.
*Yo cambiaría la palabra "Dios" por la palabra "predicadores", ya que creo
que son los culpables de la posible corrupción de los mensajes.
Es lo que tiene vivir en sociedad.
** Imagen: se supone que si hemos sido pecadores etc etc, tenemos que ir al infierno,
pero creo que hay cierta contradicción en eso, porque si Eva comió de la manzana....whatever.