Si pensamos en ello, las manos son de lo primero que se distingue cuando vemos a un bebé por primera vez, y una de las cosas que más ilusión nos hace reconocer.
empezamos a andar con las manos y rodillas.
Nos sujetamos a algo para levantarnos. Palpamos hasta de más...
Nos pintamos las uñas y cuidamos los dedos con crema. A mí, de hecho, me encanta tener las manos morenas.
Gesticulamos y hasta hablamos... Escribimos.medimos la temperatura. Nos fijamos como punto de partida en las manos del hombre o la mujer, llegando a condicionarnos a veces.
Además, si no me puedo dormir, yo misma me hago cosquillitas para relajarme. Aunque es más agradable que te desveles conmigo y tus manos me relajen más por el sólo hecho ................................... de tener otra piel.
Infinitas funciones y cada cual más especial. Es verdad. Todo tiene su toque, y todos damos un toque especial a cosas, incluso....sin ni si quiera tener la certeza de saber si las hemos llegado a tocar. Todo requiera cierta habilidad para tocar con un acercamiento, con una mirada insinuante o desveladora de sentimientos...de tocar mientras hablamos. Con una simple buena respuesta me derritiría por tocar por dentro de mí con tanta sensibilidad. Sin hablar de la suavidad,dureza e intensidad de la muestra de sentimientos con un simple "te quiero", "te echo de menos", "me haces falta", "te odio"...
pero no me olvido de las caricias a miles de kilómetros de manos sinceras como ............ las tuyas.
Ah...y no, mis manos no son las que escriben, precisamente.
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