oferta

No sé como introducir lo que escribo hoy. Así que, there it goes:

Me vienen flashes en los que me da por pensar cómo valoro a mi gente más 'cercana'. Y, creo que para mí las personas que me hacen sonreir, pueden conmigo (positivamente hablando).

No importan las discusiones, los detalles feos, los despistes, lo que no nos gusta de esa persona...que siempre las sonrisas(y sobretodo las que tienen un peso emocional especial), o al menos en mi caso, se quedan por encima. Me quedo con todo lo bueno que me ofrecen, y que,por lo que sea no me pueden dar.  

Prevalecen los momentos en que me siento bien con ellos. En los que veo a kilómetros la complicidad.

Puede que mi manera de expresar lo agusto que estoy con ellos sea diferente, dependiendo de cómo es cada uno. Pero, no puedo evitar querer, preocuparme, ponerme en otra piel, intentar que se sientan agusto conmigo, querer asegurar confianza y exclusividad... de aquellos que ME merecen la pena.

No me importa, insisto, que no se me devuelvan los gestos cariñosos, sino que sólo me interesa que los míos sean bien recibidos y como quise que fueran entendidos.

Por un tiempo pensé que doy demasiao y/o siento demasiado. Sí, quizás doy demasiado. 

Y me da igual porque yo asumo el riesgo: yo acierto, me hago un lío, o me equivoco. Y siempre porque yo quiero y estoy dispuesta a aprender. No lo veo un problema eso de equivocarse,precisamente.

Además,  quien no arriesga, no gana,¿no?