Opinar es gratis.
Pero...¡cuidado!Quizás te salga caro.
Sobre todo, cuando se opina de algo que afecta a los demás.
Porque cada uno tiene sus razones sobre lo que hace o deja de hacer.
Mírate, por dentro y por fuera. Después, quédate con lo que tienes, que seguro que es más interesante que lo de los demás.
2 manos con diez dedos. Y la misma historia de siempre: con una mano me basta y me sobra
2 comentarios:
No dejo de pensar que Dios nos dió la otra mano por algo... Paciencia, pequeña.
Abrazos, mordiscos y mimos varios.
Yo no creo que Dios nos diera la otra mano por algo, simplemente creo que la tenemos para que cuando una parte de nosotros ya se niegue seguir, que se crea sin fuerzas, recuerde que tiene la otra, que nunca estamos vencidos por completo.
De vez en cuando me gusta observarme desde fuera, asi se consigue crecer con menos probabilidad de equivocarnos.
Ya, aquí, por fivor.
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