Dicen que el que calla otorga.
Y a quien otorga, le hacen la cruz.
Cruz de espinas muy afiladas que atraviesan la luz.
La luz brillante y deslumbrante que sin poder identificarla casi te ahoga.
Ahora, ahora quiero que respires, abras bien los oídos y escuches mi silencio,
que otorgues ante mis palabras mudas,
que disfrutes del calor de las palabras sordas que un corazón cotilla y curioso bombea.
Que abras la piel a una mirada y percibas el olor de un cómplice gesto.
Quiero que me mires y el momento quede tendido en cuerdas de silencio.
Que sobre la música y nuestra melodía permanezca.
Ahora, ahora...quiero que nuestro código sean.... las manos
.........la mirada,
......................nuestro olor.
Quiero que nuestro silencio hable alto. Un silencio colgado en una cruz codificada por ti y por mi